Desconfío de las palabras.
Por eso dibujo.
Aún así, si me preguntan, suelo decir que no soy un fotógrafo sino un artista plástico que usa la fotografía como un elemento más y casi siempre integrado en otras prácticas.
Dibujar, hacer marcas con un propósito, un proceso que involucra la compleja manera que tenemos de mirar y pensar y las múltiples maneras, aproximaciones, que tenemos de plasmarlo.
Así también la fotografía, que se construye como una acumulación de capas superpuestas que me acercan a la imagen buscada, llegando a ella poco a poco.
Por último el diálogo, constante entre ambas disciplinas, entendidas como una sola.
Desconfío de las palabras.
Pero cuando las escribo, estoy dibujando.