David A. Pérez, responsable de Estudio 22, me escribió hace un tiempo para invitarme a ser parte de esta base de datos de artistas donde cada uno aporta una imagen (no vertical) y un texto inédito. En aquel momento andaba con varias cosas, pero él me dijo que no corría ninguna prisa.
Pasado el verano, hace ahora un par de días, recibí un mensaje-recordatorio suyo, que yo mismo le sugerí si veía que pasaban los días y no le llegaba nada. En este momento decidí comprometerme en que tendría dicho material pasadas 48 horas, como máximo. Sabemos que no hay nada mejor para combatir la procrastinación que un plazo, aunque sea puesto por nosotros mismos.
Hace uno minutos, pues, llegó el momento de preparar el material. Primero seleccioné la imagen, que es la que veis sobre estas líneas y luego llegó el momento del texto. Cuando digo “luego” quiero decir “ahora”, hasta este momento estaba contando algo pasado, pero ya hemos llegado al momento presente, en el que voy escribiendo aquello que va viniendo a mi cabeza, en streaming. Aquí podría estar escribiendo horas, días…, seguramente sin contar nada especialmente interesante pero algo en directo, con cierta pureza, sin pasar por “ningún” filtro o al menos sin pasar por el filtro de la razón.
Esto me interesa.
Quizás se pueda pensar que es un texto poco comprometido, que está hecho un poco por rellenar y tal, que es un recurso relativamente trillado para salir del paso… quizás hasta yo mismo lo pensaría si lo leyera desde ahí, desde donde tú estás. Pero bueno, quizás no haya que hacer siempre lo correcto, lo difícil, lo interesante, lo esperado.