Volver a Riga

Erika Ede

Estudio 22. Textos. Erika Ede. Volver a Riga © Erika Ede. Jurmala Latvija, 2014.

Todas las fotografías tienen referencia en otras fotografías, imágenes fluctuantes, grabadas en nuestra memoria. Tal vez los lugares están simplemente esperando que alguien los mire y los reconozca. Tal vez estos lugares pertenecen más a nuestra existencia que a la realidad.

Es mi intención recuperar con este proyecto fotográfico las imágenes de lo que llamo "paisaje privado" o también "lugares de la vida". Imágenes que he conocido de niña; imágenes que no he llegado a conocer pero que reconozco legadas por mis antecesores. Imágenes de series más amplias, todavía inacabadas.

No puedo decir si me he decidido a pertenecer al mundo moderno o al antiguo, dado que la fotografía puede unir tiempo y espacio, ilusión y realidad, momento y eternidad.

He vuelto a visitar los lugares, a buscar las geografías, en Berlín, en Brandenburgo, en la Costa Cantábrica, en París, en la Habana, en Riga...

Parto de cierto legado fotográfico de mi familia, también fotógrafos, errantes y viajeros. Por ejemplo, el estudio fotográfico de un tío tatarabuelo, Carla, en Goldingen (ahora Kuldiga, Letonia). Como la mayor parte de los estudios de la época, se dedicó a la fotografía de retrato, de la familia, de los amigos a lo largo de los años y también del Zar Nicolás y su esposa Alejandra. Pero lo más interesante fue, tal vez, que su estudio cambió de ubicación de Goldingen a Riga, que mi abuelo fue enviado desde Suiza con su hermano, muy jóvenes a estudiar fotografía con su tío y que a su muerte se hizo cargo del negocio su mujer, algo bastante inusual a principios del siglo XX. Y dejaron un largo rastro de imágenes fotográficas tras de si.

El rescatar estos lugares con todo lo que representan de evidentes, en ciertas ocasiones, o del recuerdo en otras, es un acto de índole absolutamente personal que obedece a un deseo de estar "allí", en el preciso lugar, y no solo conformarme con estar, sino permitirme fotografiar el mismo paisaje. Un homenaje al recuerdo y al olvido (no necesariamente en este orden) dentro de una rigurosa analogía.

Dentro de las fotografías que conforman el cuerpo de los anteriores proyectos he trabajado con dos tipos de valores: Valores documentales y valores estéticos. Estos valores, por momentos se complementan dentro de una parte del trabajo fotográfico, pero en otros, funcionan de manera totalmente independiente. Dentro de los valores estéticos, cabe destacar la "penumbra" de ciertas imágenes, así como la utilización del gran formato que plantea, de antemano, una visión y una atmosfera, a la fuerza formal.

Los proyectos conforman un espacio documental que guarda la memoria de las antiguas imágenes, que han sido el origen del nuevo reconocimiento, del nuevo viaje y del inevitable trabajo fotográfico. Sin embargo, prefiero no limitarme a géneros o estilos y trabajar en varias direcciones a la vez. Existe la necesidad y el deseo de interpretar y traducir la realidad , de bloquear el exterior que excede a la fotografía en orden de permitir que adquiera una medida y un sentido.

En esta línea han surgido proyectos como los de la costa norte o el Jardín Botánico de Berlín. En ambos casos he vuelto a recorrer los pasos de otros antes de mi, que me han dejado el legado de sus imágenes.

Conservo también varios libros de botánica, de flores y de jardines escritos en alemán, todos pertenecientes a mi abuelo, del tiempo que estudió y trabajó en el Jardín Botánico de Berlín. También han llegado a mis manos tres fotografías fechadas en 1917 y firmadas por su hermano, que en esos momentos estudiaba fotografía en la misma ciudad. Se titulan "Leherzeit, Gross Wartenberg, 1917 A. Ede" (literalmente: Tiempo de aprender (...). La fotografía más interesante muestra un grupo de estudiantes, entre los que se encuentra mi abuelo, que posan delante del gran invernadero tropical (Das Große Tropenhaus) un día de primavera. Así que, hace unos años, me decidí a conocer el jardín. Aparentemente nada ha cambiado de la foto a excepción de los cipreses que están más altos y frondosos. El resultado fue una colección de paisajes descontextualizados. Territorios cargados de emoción penetran en el inconsciente para resaltar la naturaleza tal como se presenta y unas leves huellas humanas casi imperceptibles, que creo que son parte de nuestra identidad.

Los títulos orientan al contenido y a su geografía, sin embargo, la descontextualización es intencionada, a la búsqueda de una nueva interpretación.

“Les lieux que nous avons connus n’appartiennent pas qu’au monde de l’espace où nous les situons pour plus de facilité. Ils n’étaient qu’une mince tranche au milieu d’impressions contiguës qui formaient notre vie d’alors ; le souvenir d’une certaine image n’est que le regret d’un certain instant ; et les maisons, les routes, les avenues, son fugitives, hélas ! comme les années.” Du côté de chez Swann

Marcel Proust

Erika Ede

© Erika Ede, 2015
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